Turquesa, de un celeste intenso o de un verdor de esmeraldas: el mar que baña a Floreana puede variar sus tonos de acuerdo a la acuarela cambiante del cielo. Bajo ese manto bordado y salino habita un mundo de peces, lobos marinos, corales, caballitos de mar y tiburones que se deslizan con gracia y misterio en ese habitat de corales preciosos y escondites llenos de regalos para los amantes de la vida submarina.