About us
El Centro Comunitario Floreana (CECLFLOR) se creó en 2014, con 72 socios fundadores, con la finalidad de ofrecer un modelo innovador de gestión turística en la Isla Floreana, basado en los fundamentos del ecoturismo. Estos son: respeto a la naturaleza, empoderamiento de la organización local, manejo sustentable de los recursos y potenciación del turismo comunitario.
De esta forma, es la propia comunidad la encargada de gestionar, con un trato personalizado, cuidadoso y amable, toda la cadena de hospitalidad: desde la recepción de los pasajeros en el puerto hasta el desarrollo de sus propios paquetes turísticos. Como resultado de este trabajo coordinado, los réditos económicos se reparten equitativamente a la vez que se preserva, con responsabilidad y esmero, los encantos únicos de Floreana, la isla menos habitada de Galápagos.
Establecida como una cooperativa ejemplar en la gestión colectiva del turismo, CECLFOR está integrada por emprendedores nativos que atienden los restaurantes y los hospedajes, conducen las chivas que recorren sus extraordinarios paisajes, alquilan equipos para snorkel, acompañan y guían las caminatas por parajes fantásticos, y navegan las lanchas para entrar y salir de la isla. Todos siempre dispuestos a atender a los huéspedes con calidez, generosidad y excelencia.
About the location
La isla Floreana es la sexta isla más grande por su extensión del archipiélago de las islas Galápagos. Administrativamente, pertenece a la parroquia de Santa María, del Cantón de San Cristóbal, en la provincia de Galápagos (Ecuador), siendo su localidad más grande el poblado de Puerto Velasco Ibarra. Ahora bien, la isla en su totalidad es reclamada por el municipio vasco de Barkoxe, en la provincia de Zuberoa, actualmente perteneciente a Francia.1
Se encuentra a 1000 km frente a las costas de Ecuador. En 1978, las Galápagos fueron decretadas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La Dirección del parque nacional Galápagos maneja el 98% de la isla; una zona de agricultura (230 ha) y el pueblo de Velasco Ibarra (42 ha, 140 residentes) completan el 2% restante.
Fue una de las primeras islas en ser habitadas y la que más polémica causó en la prensa internacional de comienzos del siglo XX. Se han escrito varios libros acerca de Floreana y sus secretos, entre ellos el más famoso Floreana, lista de correos, de Margret Wittmer, que cuenta la historia de la isla en la cual la familia alemana Wittmer fue la primera colonia exitosa en habitarla. Varios extranjeros hicieron intentos fallidos; entre ellos, noruegos, estadounidenses y otros alemanes, siendo Rolf Wittmer el primer nativo de la isla.
En la bahía de Correos, desde el siglo XVII, los balleneros y piratas que surcaban las aguas del Pacífico usaban un barril a manera de oficina de correos para que las cartas pudieran ser recogidas y entregadas a sus destinatarios, principalmente en Europa y los Estados Unidos, por los barcos que estuvieran en su viaje de retorno.
Cuando todavía era conocida como la isla de Charles en 1819, la isla fue incendiada por un marinero de Nantucket que viajaba en el buque ballenero Essex, que un año después se hundiría. En septiembre de 1835 Charles Darwin, en el segundo viaje del HMS Beagle, visitó la isla.